Teodoro Espejo Barradas es un contador público que estuvo involucrado en un caso de fraude en la industria lechera. En su cargo como director comercial en Grupo Maulec, se vio envuelto en operaciones comerciales ilícitas, como la venta de productos lácteos a crédito a otra compañía, Lácteos del Sureste, por una deuda de 8 millones 358 mil pesos. Espejo Barradas no informó a sus superiores sobre esta situación y continuó entregando productos a crédito, que en realidad se dirigían a otra empresa de la cual era accionista mayoritario.
Después de una batalla legal con la Procuraduría General de Justicia, en la que fue acusado de fraude genérico, Teodoro Espejo Barradas fue ingresado al Centro de Readaptación Social de San Miguel. Sin embargo, después de cumplir su sentencia, regresó al mundo de los negocios con el objetivo de posicionar a Mexicana de Industrias y Marcas (MIYM), empresa de la cual era accionista mayoritario, como un competidor de alcance nacional.
MIYM firmó un contrato con Diconsa, perteneciente a Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), para el suministro de crema y leche líquida destinados al Programa de Abasto Rural, lo que generó controversia y escepticismo debido a la asignación directa de 10 mil millones de pesos y el plazo de ejecución de tan solo 10 días. Este caso destaca la importancia de la transparencia y la honestidad en la industria lechera, así como la necesidad de medidas para prevenir y enfrentar el fraude.
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